En 2023, al menos 20 personas en Japón fueron arrestadas por abandonar los cuerpos de sus padres ancianos con los que vivían.
La mayoría estaba desempleada y tenía entre 40 y 69 años.
Este fenómeno creciente hace patente el llamado “problema 50-80”, que se refiere a los hikikomori de mediana edad que no saben qué hacer cuando mueren sus padres (y fuentes de sustento).
El problema alcanza incluso a sexagenarios, como el hombre de 63 años que en junio de 2023 fue arrestado en la prefectura de Kanagawa por haber dejado desatendido el cuerpo de su padre de 95 años durante seis meses, revela Mainichi Shimbun.
El hombre dijo que no tenía dinero para costear el funeral. La fiscalía retiró los cargos contra él.
Este año, un sesentón desempleado, residente en la región de Kanto, fue arrestado por abandonar el cadáver de su padre, un nonagenario.
Más adelante, el sexagenario recibió una nueva orden de arresto por fraude al recibir la pensión de su difunto padre.
El hombre, que fue declarado culpable y recibió una sentencia suspendida, dijo que no tenía a nadie a quién llamar para que lo ayudara a subsistir tras la muerte de su padre.
Con el transcurso del tiempo el problema se agrava. El número de personas de mediana edad que viven completamente aisladas de la sociedad está creciendo.
Si en 2019 eran 613.000 personas, según el gobierno japonés, en 2023 ya eran 840.000.
Además, están envejeciendo: en 2019 el 38 % tenía de 40 a 49 años; el 36 %, de 50 a 59 años; y el 26%, de 60 a 69 años.
En 2023 los porcentajes fueron 22 %, 42 % y 36 %, respectivamente. (International Press)
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