Cuando las temperaturas fluctúan entre 30 y 34,9 grados centígrados en Japón, cuanto mayor es la temperatura, mayor es el consumo.
El gasto en productos como sandías, helados y bebidas sube, lo que es bueno para la economía.
Además, artículos para prevenir los golpes de calor como los ventiladores portátiles y las toallas refrigerantes tienen buena acogida.
Sin embargo, cuando las temperaturas llegan a los 35 grados o más, la situación cambia, informa Mainichi Shimbun.
Cuando hace demasiado calor (35 grados o más), mientras más alta es la temperatura, menor es el consumo, según Takuya Hoshino, economista de Dai-ichi Life Research Institute.
¿Por qué la tendencia se invierte?
Una razón: a mayor temperatura se incrementa el riesgo de sufrir un golpe de calor, con lo cual las personas se abstienen de salir como medida de prevención.
Además, a mayor calor, mayor uso del aire acondicionado, lo que origina un alza de los gastos de luz y obliga a las familias a restringir su consumo en otros productos o servicios.
Por ello, en medio de las medidas adoptadas por el gobierno de Japón (como la reducción de los impuestos) para vigorizar el consumo, Yoshiki Shinke, economista de Dai-ichi Life Research Institut, alerta de que el calor extremo puede convertirse en “un adversario inesperado (para la economía japonesa)”. (International Press)
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