Tal como lo había anunciado, las autoridades del pueblo de Fuji-Kawagichiko instalaron una pantalla de plástico negra para bloquear la vista al Monte Fuji.
La barrera, de 20 metros de largo y 2,5 m de alto, fue colocada entre la calle frente a una tienda de Lawson y la acera del lado opuesto el 21 de mayo.
Desde que en 2022 un influencer extranjero publicó en las redes sociales una foto del Monte Fuji tomada frente al Lawson, el lugar se ha llenado de turistas que intentan emularlo.
El problema es que muchos turistas, en su afán por captar las mejores vistas de la icónica montaña japonesa, invaden la calle bloqueando el tráfico, entran en propiedades privadas sin permiso para hacer fotos o dejan basura.
Las advertencias de las autoridades locales (letreros en inglés, chino y tailandés) y el envío de guardias de seguridad no han funcionado para disuadir a los visitantes, forzando al municipio a adoptar la radical medida.
Sin embargo, es probable que al final resulte siendo solo un parche.
¿Por qué?
Porque a solo un kilómetro de distancia existe otra tienda de Lawson que ofrece vistas similares del Monte Fuji y que cada vez atrae a un mayor número de visitantes, revela Asahi Shimbun.
En el estacionamiento de este local aparcan autobuses turísticos de los cuales descienden turistas para hacer fotos.
Los días en que la montaña es claramente visible, hay entre 50 y 60 personas en cualquier momento tomando fotos por turnos.
En el pueblo existen otras tiendas de conveniencia (de otras cadenas) desde las que se pueden hacer buenas fotos (similares a las que se toman frente a Lawson). Sin embargo, no despiertan el mismo interés.
“Al parecer tiene que ser una tienda Lawson”, dice un funcionario de turismo del pueblo, que no entiende esa fijación.
“¿Quizás es porque no hay muchas tiendas (Lawson) en el extranjero? Quizás lo ven como un paisaje exclusivamente japonés”, declara a Asahi.
Las personas que viven cerca de la segunda tienda de Lawson ya están preparadas. En una casa han colocado un letrero en inglés y chino que advierte de que es propiedad privada para que nadie intente ingresar.
Una residente de 82 años cuenta que hace poco, mientras conducía, de pronto un turista extranjero pasó de la acera a la calle para tomar fotografías desde allí. Ella tuvo que tocar el claxon.
No obstante, hasta el momento el municipio no ha recibido quejas relacionadas con esta tienda.
Eso no significa que las autoridades no estén preocupadas por la posibilidad de que la historia se repita.
“Esperamos que los turistas se comporten de manera adecuada para que no se instale una segunda pantalla en este Lawson”, dice el director de la sección de turismo del pueblo.
Esta tienda está situada frente a la sede del municipio.
Mientras tanto, la cadena Lawson está considerando pedir a las agencias de viajes que retiren sus tiendas de sus itinerarios por razones de seguridad. (International Press)