La Cámara de Senadores de Japón aprobó hoy la reforma de la Ley de Tráfico Vial que crea multas sujetas a sanción penal para conductores de bicicletas de 16 años o más que incurran en infracciones de tráfico. Se han establecido nuevas sanciones por el uso del teléfono celular mientras se conduce y por estar bajo los efectos del alcohol.
Esta es la primera vez desde la guerra que se revisa el capítulo de la ley relacionado con las infracciones en bicicleta.
El sistema de «multa penal» para bicicletas se introducirá dentro de los dos años siguientes a su promulgación. Se cubrirán aproximadamente 115 tipos de infracciones y el monto de la multa será el mismo que para las motocicletas. Si la multa se paga dentro del plazo, no se impondrá ninguna sanción penal.
Las multas se basan en el sistema de notificación de infracciones de tránsito, que se estableció en 1967 durante la era de la motorización. El sistema actual emite multas «azules» a automóviles y motocicletas por infracciones como «no detenerse en un lugar designado» e «ignorar un semáforo».
Las infracciones de tráfico en bicicleta no se consideran para multas «azules», y se utilizan principalmente multas de tránsito «rojas», que están sujetas a procedimientos penales más leves… hasta ahora.
LAS NUEVAS SANCIONES
Las sanciones por conducir en «estado de ebriedad» y «bajo los efectos del alcohol» entrarán en vigor dentro de los seis meses siguientes a su promulgación. Si una persona es declarada culpable de conducir bajo los efectos del alcohol, lo que está sujeto a una multa roja, la persona será sentenciada a hasta tres años de prisión o una multa de hasta 500.000 yenes.
Si además creas un peligro mientras conduces, también recibirás una multa roja, punible con hasta un año de prisión o una multa de hasta 300.000 yenes.
La Agencia Nacional de Policía estableció un comité de revisión de expertos en agosto de 2023 cuando el número de infracciones y accidentes se hicieron más notorios debido al mayor uso de bicicletas.
El informe elaborado por el grupo de estudio incluía recomendaciones basadas en tres pilares: «orientación y control» de las infracciones, «educación sobre seguridad vial» para sensibilizar a las personas sobre las normas y «normas de tráfico» para garantizar un paso seguro. (RI/NI/)
