¿Dónde están las 3,85 millones de viviendas abandonadas que hay en Japón, según información del gobierno japonés? ¿Por qué hay tantas?
Su número crece de manera sostenida década a década. En 1978, había 980.000, casi tres millones menos.
Estas casas, que además de no estar habitadas no están disponibles para venta o alquiler, representan el 5,9 % del total de viviendas que existen en Japón.
El portal SoraNews24 explica qué revelan las cifras.
En primer lugar, en un país cuya población se reduce año a año se necesitan cada vez menos viviendas.
Por otro lado, la continua migración de japoneses de las zonas rurales a las grandes ciudades -en busca de mayores oportunidades educativas y laborales- acelera la despoblación de aquellas. Ergo, menos casas habitadas.
No es casual que las prefecturas con los mayores tasas de viviendas abandonadas, todas superiores al 10 % (casi duplicando la media de 5,9 %), son en su mayoría rurales.
Entre las 8 primeras, tres están en Shikoku, la única de las cuatro islas principales de Japón que no tiene una sola estación de shinkansen.
Las 5 prefecturas con la mayor proporción de viviendas abandonadas:
- Kagoshima: 13,6 %.
- Kochi: 12,9 %.
- Tokushima: 12,2 %.
- Ehime: 12,2 %.
- Wakayama: 12 %.
En el otro extremo, Tokio es la prefectura con la menor tasa (2,6 %).
Las prefecturas con los menores porcentajes (por debajo de la media) son aquellas que albergan grandes centros urbanos: Kanagawa (3,2 %), Saitama (3,9 %), Aichi (4,3 %), Osaka, Fukuoka y Miyagi (4,6 %) y Chiba (5 %).
¿Cómo una casa se convierte en fantasma?
Cuando, por ejemplo, mueren los padres ancianos que viven en una casa que los hijos abandonaron para migrar a las ciudades.
Los hijos heredan la casa, pero todos viven lejos y están dispersos, dificultando la coordinación para su venta. El proceso se aplaza de manera indefinida, los años y las generaciones pasan y llega un momento en que es difícil determinar quién o quiénes son los propietarios legales de la vivienda, explica SoraNews24.
Otro problema con estas casas es que debido a que nadie vive en ellas y por su falta de mantenimiento se deterioran. Tal como están ahora, alrededor del 20 % son inhabitables. (International Press)