Durante más de una década, una persona ha alimentado a palomas y cuervos alrededor de las estaciones de Abikocho y Osaka Metro Nagai.
Los vecinos se han quejado muchas veces por el ruido y el olor que provienen de los animales y sus restos fecales, revela Mainichi Shimbun.
Sin embargo, la persona ha seguido haciéndolo, ignorando a los residentes.
Incluso ha hecho caso omiso de las repetidas veces en que el municipio de Osaka le ha pedido, desde 2022, que deje de alimentar a las aves.
Así las cosas, las autoridades de Osaka han decidido adoptar una decisión drástica: emitir una orden de prohibición contra la persona que estará vigente hasta el 30 de abril de 2025.
Osaka alega que su comportamiento causa daño en el medio ambiente.
Esta orden es la primera de su tipo en Japón que involucra a animales salvajes.
Si la persona no la acata, el municipio de Osaka la denunciará penalmente por violar la ley de bienestar animal.
Como castigo, la persona tendría que pagar una multa de hasta 500.000 yenes (3.220 dólares). (International Press)
