Los vagones exclusivamente para mujeres en Japón fueron creados para que ellas pudieran viajar en paz, sin miedo a ser manoseadas por un chikan.
Si bien los hombres no pueden entrar, aquellos que lo hacen no son sancionados o multados. Se trata entonces, básicamente, de buenas maneras, de respeto.
No lo entendió así un australiano que además de meterse en un vagón solo para mujeres, grabó a las pasajeras.
En el video publicado en sus redes sociales, el australiano publica imágenes de las mujeres (con los rostros descubiertos) y critica lo que denomina la segregación de género en los espacios públicos en Japón, según el sitio News On Japan.
Las imágenes han sido fuente de intensa controversia en el país asiático, generando más de 30.000 comentarios.
Si entrar en un vagón solo para mujeres no le acarreará problemas legales, el hecho de grabar a las pasajeras sin su permiso sí podría hacerlo, de acuerdo con un abogado japonés.
Grabar a las personas sin su consentimiento y publicar las imágenes podría considerarse como un acto ilegal.
Las personas afectadas podrían exigir una compensación por daños y perjuicios por la vulneración de sus derechos a la privacidad y su imagen.
El australiano, con más de 350.000 seguidores, tiene antecedentes de comportamientos antisociales.
El hombre metió perros en un café donde estaban prohibidos e ingresó a espacios donde los hombres no tenían autorización para entrar. (International Press)
