En 2014, la pareja de Yasuhide Uchiyama, también un hombre, fue asesinada.
El asesino, un colega de Uchiyama, fue condenado a 14 años de prisión.
En 2016, Uchiyama solicitó el beneficio que en Japón se otorga a los parientes de víctimas de crímenes (incluyendo a los convivientes en una relación de pareja), pero fue rechazado debido a que su relación era entre personas del mismo sexo.
El hombre acudió al Tribunal de Distrito de Nagoya, que en 2020 desestimó su demanda.
4 años después, el Tribunal Supremo de Japón le dio la razón a Uchiyama, revocando la decisión del tribunal de Nagoya.
Este fallo es el primero de su tipo en un país que no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, resalta Kyodo.
Lo que se puso en discusión fue, considerando que la ley de beneficios para las familias de víctimas de crímenes incluye a los matrimonios de facto, si una pareja del mismo sexo podía considerarse como tal.
Para el tribunal de Nagoya, no. Para el Tribunal Supremo, sí.
El máximo tribunal de Japón señaló que el objetivo de la ley es amortiguar el “golpe mental y financiero” que representa para la familia del difunto su pérdida, y que si “la pareja de la víctima es del sexo opuesto o del mismo sexo no hace una diferencia inmediata”.
La decisión del tribunal de Nagoya, basada exclusivamente en el hecho de que se trataba de una relación entre hombres, no se ajusta a la ley, según el tribunal supremo.
El caso volverá al Tribunal Superior de Nagoya, que en su fallo de 2020 dijo que todavía no estaba socialmente aceptado que la convivencia entre parejas del mismo sexo fuera equiparable al matrimonio.
Uchiyama, de 49 años, mantuvo una relación de décadas con su pareja asesinada. (International Press)