El pasado 20 de marzo, la princesa Aiko se presentó en su graduación de la Universidad de Gakushuin con un bello furisode (kimono) de color rosa cerezo y hakama azul marino, acompañado de un elegante peinado recogido.
Mientras la sociedad elogiaba su hermosa apariencia, un detalle llamó la atención: un mechón de su flequillo cayó sobre su rostro debido al fuerte viento.
Inicialmente, la Princesa intentó devolverlo a su lugar sacudiendo la cabeza, pero continuó hablando con la prensa sin tocarse el cabello y con el mechón yendo de un lado a otro de su rostro.
Según los especialistas, el protocolo dicta que los miembros de la Familia Imperial deben evitar tocar su cabello en público. Se dice que el cabello tiene una conexión con lo divino, simbolizado por la similitud fonética entre «kami» (dios 神) y «kami» (cabello 髪). Así, el cabello se considera sagrado y no se debe manipular frente a los demás.
Aunque esta práctica no es obligatoria, refleja una actitud de respeto hacia la disciplina y educación que ha recibido como miembro de la familia real.
Su sencillo gesto de respeto hacia las tradiciones y el protocolo demostró la verdadera elegancia y dignidad de la Princesa Aiko. (International Press)
COMPARTIR
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Threads (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Mastodon (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Meneame (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
ARTÍCULOS RELACIONADOS
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.