El pasado 20 de marzo, la princesa Aiko se presentó en su graduación de la Universidad de Gakushuin con un bello furisode (kimono) de color rosa cerezo y hakama azul marino, acompañado de un elegante peinado recogido.
Mientras la sociedad elogiaba su hermosa apariencia, un detalle llamó la atención: un mechón de su flequillo cayó sobre su rostro debido al fuerte viento.
Inicialmente, la Princesa intentó devolverlo a su lugar sacudiendo la cabeza, pero continuó hablando con la prensa sin tocarse el cabello y con el mechón yendo de un lado a otro de su rostro.
Según los especialistas, el protocolo dicta que los miembros de la Familia Imperial deben evitar tocar su cabello en público. Se dice que el cabello tiene una conexión con lo divino, simbolizado por la similitud fonética entre «kami» (dios 神) y «kami» (cabello 髪). Así, el cabello se considera sagrado y no se debe manipular frente a los demás.
Aunque esta práctica no es obligatoria, refleja una actitud de respeto hacia la disciplina y educación que ha recibido como miembro de la familia real.
Su sencillo gesto de respeto hacia las tradiciones y el protocolo demostró la verdadera elegancia y dignidad de la Princesa Aiko. (International Press)
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