Tras el terremoto del 1 de enero, en algunas zonas de la prefectura de Ishikawa los servicios de telefonía móvil y fija estuvieron desconectados durante varios días.
La única forma en que los supervivientes podían comunicarse con el mundo exterior eran los teléfonos públicos.
Gracias a ellos, Hiroshi Matsutani, un hombre de 65 años que reside en un barrio de la ciudad de Wajima que quedó literalmente aislado pues el terremoto destruyó sus carreteras, pudo contactarse con su hija mayor que vive en la prefectura de Ehime para avisarle que estaba bien.
Matsutani se trasladó a una escuela que sirvió como refugio tras el terremoto.
Otros supervivientes también querían comunicarse con el exterior, pero no había señal, hasta que una persona se percató de la existencia de un telefóno público en un centro comunitario, revela Asahi Shimbun.
Ese teléfono, el único de su tipo en la zona, fue su salvación.
Matsutani fue al centro comunitario y consiguió por fin comunicarse con su hija. Habló poco con ella, aproximadamente un minuto, pues había gente esperando.
Todos hacían lo mismo (hablar poco tiempo) para que la mayor cantidad de personas pudiera usar el teléfono.
El uso masivo de celulares ha relegado al olvido a los teléfonos públicos. Si en el año fiscal 1984 había alrededor de 934.000 en todo Japón, para 2022 su número había caído en más del 80 % a unos 121.000.
Tan olvidados están que los teléfonos públicos instalados en dos lugares en Wajima no se utilizaron después del terremoto porque hasta los funcionarios municipales desconocían su existencia.
Sin embargo, como muestra el caso de Matsutani y otros tantos, los teléfonos públicos, que tienen prioridad en términos de conectividad en caso de desastre, aún pueden ser muy importantes.
Cuando lo solicitan los gobiernos locales, las compañías NTT East y NTT West instalan líneas telefónicas en centros comunitarios, escuelas y otros espacios que sirven como centros de evacuación. Hay alrededor de 88.000 en todo el país.
Si ocurre un desastre, se pueden utilizar de forma gratuita. (International Press)