Lee Jae-ik, un novelista surcoreano de 48 años, pertenece a una generación que creció odiando a Japón por la ocupación colonial de la península de Corea entre 1910 y 1945 por parte de los japoneses.
Aficionado al béisbol, a Lee no le gustaban los jugadores japoneses.
Su aversión a los beisbolistas nipones comenzó a remitir en 2015, cuando vio a Shohei Ohtani lanzar por primera vez en un torneo internacional. Sorprendido, descubrió cómo el astro japonés superaba a fuertes bateadores surcoreanos, recordó en declaraciones a Asahi Shimbun.
Sin embargo, su rechazo a Japón permanecía intacto.
Hasta que llegó 2018. Durante la primera temporada de Ohtani como jugador de las Grandes Ligas, Japón comenzó a dejar de ser el odiado país vecino.
Su admiración por Ohtani creció en el cumpleaños de Lee en junio de 2021, gracias a un jonrón del japonés, que ganó el premio MVP de ese año.
El astro japonés es una inspiración para Lee. “La forma en que Ohtani siguió su verdadero sueño y se negó a aceptar pequeños éxitos me hizo sentir avergonzado de mí mismo”, dijo.
Lee, líder de un club de fans de Ohtani, prometió alentar al japonés durante los juegos entre Los Dodgers de Los Ángeles y los San Diego Padres en Seúl, en la apertura de las Grandes Ligas.
“No puedo contener mi emoción. Voy a gritar ‘Shohei’ tan fuerte como pueda cada vez que él se acerque a batear”, dijo antes del primer juego.
Ohtani es cada vez más popular en Corea del Sur. Los hinchas hacen cola para comprar su uniforme y otros artículos relacionados con él en Seúl. (International Press)