Entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, un niño, estudiante de sexto grado de primaria de una escuela de Nagoya, pagó alrededor de 930.000 yenes (6.200 dólares) a unos compañeros de clase.
Fueron ocho transacciones.
Sus compañeros lo convencieron de que les comprara medallas conmemorativas y moneda extranjera, alegando que su valor aumentaría, revela el sitio News On Japan.
Era, digamos, una inversión.
En una ocasión, el niño desembolsó 360.000 yenes (2.400 dólares) por un objeto de “oro puro”, fabricado por “una importante tienda de metales preciosos”. Al final, resultó ser una medalla conmemorativa que se vende en el Acuario del Puerto de Nagoya.
El valor del oro va a seguir creciendo, le dijeron al chico.
El niño se jactaba en la escuela de tener mucho dinero de Año Nuevo ahorrado: “Tengo un millón de yenes (6.700 dólares). Genial, ¿verdad?”, despertando la codicia de sus compañeros estafadores.
El padre del niño denunció el incidente. El hombre se responsabilizó por lo ocurrido a su hijo.
“Debería haberlo educado sobre el dinero desde chico. De hecho, le pedí disculpas y le dije: ‘Fue mi negligencia como padre lo que llevó a esto’”. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.