El escándalo de abusos sexuales cometidos por Johnny Kitagawa empujó a la organización Chiki Lab, encabezada por el crítico Chiki Ogiue, a realizar una investigación sobre cuán extendido está el delito.
Los resultados, publicados esta semana, muestran que el acoso y el abuso de poder y sexuales se extienden mucho más allá de la agencia, anteriormente conocida como Johnny & Associates (fundada por Kitagawa), denunció Ogiue.
Chiki Lab encuestó a 275 artistas y personas de medios de comunicación, agencias de entretenimiento y empresas de eventos en general.
131, casi la mitad, habían experimentado acoso o agresión sexual.
58 dijeron que les habían pedido favores sexuales.
123 dijeron que se les había prohibido aparecer en programas de televisión o hacer negocios, práctica conocida como “congelamiento”.
Una persona es congelada cuando dice no.
Una artista en la treintena revela que cuando rechazó un acercamiento sexual la congelaron: dejaron de llegarle ofertas de trabajo.
Una persona veterana, también artista, le dijo: “¿Por qué no haces ‘venta de almohadas’ (dormir con alguien por trabajo)? Si no lo haces, te congelarán, así que mejor hazlo’”.
Abandonar una agencia para volar con tus propias alas también puede ser motivo de veto.
Una persona que trabaja en medios contó una vez que intentó ofrecerle trabajo a un artista que acababa de independizarse de su agencia; sin embargo, la estación de TV le dijo que esperara un año.
Un trabajador de la industria de entretenimiento contó que durante unos 40 años impidieron que un grupo musical de una agencia apareciera en programas con artistas de una empresa rival.
Chiki Lab exhortó a medios y agencias de entretenimiento que investigaran el asunto, pero no respondieron o rechazaron hacerlo.
El crítico Ogiue insiste en que las empresas realicen pesquisas sobre el acoso y el abuso, pues, subraya, no se limitan a Johnny’s. (International Press)
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