En agosto de 2013, un soldador de la compañía de reparación de barcos Shinsei Kogyo, con sede en Yokohama, fue enviado a Arabia Saudita para realizar trabajos de reparación en un buque de dragado al aire libre.
El hombre en la treintena comenzó su trabajo el 17 de agosto. Dos días comenzó a reportar problemas de salud, fue hospitalizado y murió el 29 de agosto.
Casi 11 años después, el martes, el Tribunal de Distrito de Fukuoka falló a favor de la madre del soldador, que había solicitado una reparación alegando que la empresa no había cumplido con su deber de velar por la seguridad de su hijo.
El tribunal ordenó a Shinsei Kogyo compensar a la mujer con un pago de 48,68 millones de yenes (323.000 dólares), informa Mainichi Shimbun.
El hombre murió por un golpe de calor y la empresa debió haber tomado “medidas exhaustivas” para impedirlo, según el tribunal.
La temperatura en la cubierta de la embarcación donde trabajaba el hombre era de
35-38 grados centígrados y el índice de calor, calculado a partir de la temperatura y la humedad, estaba en un nivel peligroso.
¿Conclusión? El riesgo de sufrir un golpe de calor era muy alto.
El abogado de la madre destacó que el fallo es inusual, pues es raro que un empleador sea declarado responsable de daños y perjuicios por un incidente laboral relacionado con un golpe de calor.
Por ello, el veredicto del tribunal de Fukuoka -dijo- servirá como referencia para el futuro y una advertencia para que las empresas adopten medidas de prevención para proteger a sus trabajadores. (International Press)