El director de orquesta Seiji Ozawa, quien lideró la escena de la música clásica en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, falleció el 6 de febrero por insuficiencia cardíaca. Tenía 88 años. El funeral fue llevado a cabo con familiares cercanos.
Nacido en 1935 en Shenyang, China, mostró talento para el piano, pero cambió a la dirección de orquesta después de lastimarse los dedos mientras jugaba al rugby.
Durante la escuela secundaria, Ozawa comenzó a estudiar dirección bajo la tutela del compositor Naoyuki Yamamoto y del renombrado violonchelista Hideo Saito. Después de graduarse de la Universidad de Música de Toho, se trasladó a Europa en 1959 y se convirtió en el primer japonés en ganar el Concurso Internacional de Directores de Orquesta de Besanzón, Francia.
Se convirtió en discípulo del renombrado director Herbert von Karajan y, en 1961, Leonard Bernstein reconoció su talento, nombrándolo subdirector de la Filarmónica de Nueva York.
Colaboró con prestigiosas orquestas de todo el mundo, como la Filarmónica de Viena y la Filarmónica de Berlín. En 1967, Ozawa dirigió la primera presentación en Nueva York de «November Steps», un desafío del compositor Tōou Takemitsu que fusionó instrumentos tradicionales japoneses con una orquesta, un tema que fue discusión mundial.
Después de dirigir la Orquesta Sinfónica de San Francisco y la Orquesta Sinfónica de Toronto, en 1970 Ozawa se convirtió en el director artístico del Festival de Música de Tanglewood en Estados Unidos.
Desde 1973 hasta 2002, fue director musical de la Orquesta Sinfónica de Boston. De 2002 a 2010, ocupó el cargo de director musical en la Ópera Estatal de Viena, considerada la cúspide de la ópera. En 2002, se convirtió en el primer director de orquesta japonés en dirigir el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena. (RI/NI/)