El indonesio Ricky Amrullah tenía planeado trabajar como aprendiz en una empresa pesquera en la prefectura de Hiroshima.
Sin embargo, antes de empezar su formación laboral en Japón, Amrullah tuvo que regresar a su país porque no hablaba japonés lo suficientemente bien.
El indonesio de 30 años decidió demandar a la organización intermediaria que lo había asignado a la compañía pesquera, así como a esta, por su “injusta repatriación”, revela Mainichi Shimbun.
El demandante exigía una compensación de alrededor de 7 millones de yenes (47.000 dólares).
Amrullah ha perdido dos veces en tribunales de Hiroshima.
Cuando el fallo del Tribunal del Distrito de Hiroshima resultó adverso, el hombre apeló, pero hace unos días el Tribunal Superior de Hiroshima desestimó la demanda.
Los tribunales sostienen que la repatriación no fue forzosa, pues el indonesio había firmado un compromiso con la organización supervisora para regresar temporalmente a Indonesia, mejorar sus aptitudes en el dominio del nihongo, y luego viajar nuevamente a Japón.
Hubo acuerdo entre el hombre y la organización intermediaria para que aquel volviera a estudiar japonés, razón por la cual no hubo coerción, según la justicia japonesa.
Sin embargo, el indonesio afirma que los requisitos de dominio del idioma japonés solo se aplican a las profesiones que implican el cuidado de personas.
Además, añadió, las organizaciones intermediarias son las encargadas de la enseñanza del idioma una vez que los aprendices arriban a Japón. (International Press)
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