En un hecho histórico en la carrera espacial, Japón ha conseguido un aterrizaje suave en la superficie de la Luna, convirtiéndose en el quinto país en alcanzar este logro. La misión, llevada a cabo por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), está dirigida a la búsqueda de recursos hídricos y al establecimiento de un entorno habitable en la Luna.
El módulo de investigación SLIM alunizó a las 0:20 am de hoy sábado, hora japonesa. «Después del aterrizaje se estableció comunicación con la nave espacial», dijo JAXA en un comunicado. A pesar de que el aterrizaje se realizó casi exactamente como estaba previsto, se reportó un problema con el panel solar de la nave, el cual no está funcionando. Esto sugiere que la orientación de la nave no es la esperada.
La misión de SLIM incluyó un aterrizaje de precisión en la Luna, con el objetivo de posicionar la nave a solo 100 metros de un sitio específico ubicado en el borde inclinado de un cráter al sur del ecuador lunar. Hitoshi Kuninaka, director general del Instituto de Ciencias Espaciales y Astronáuticas de JAXA, expresó su confianza en que la nave haya alcanzado este objetivo.
Sin embargo, Hiroshi Yamakawa, presidente de JAXA, señaló que aún queda un largo camino por recorrer en el perfeccionamiento de la tecnología de aterrizaje lunar. JAXA seleccionó intencionalmente un lugar desafiante para el aterrizaje, una pendiente en un cráter, y empleó una técnica única de aterrizaje en dos fases, aunque es posible que esta no haya funcionado como se esperaba.
La batería de SLIM tiene una duración limitada de solo unas pocas horas, y JAXA está trabajando para recopilar la mayor cantidad de datos posibles antes de que se agote. Hay esperanzas de que el panel solar pueda volver a funcionar con el cambio de la dirección de la luz solar, lo que permitiría a la nave operar por unos días más antes de que las altas temperaturas de hasta 200 grados centígrados dañen sus semiconductores.
Se estima que tomará aproximadamente un mes determinar si el aterrizaje de SLIM fue tan preciso como se planeó. Para ello, JAXA analizará las imágenes captadas por la nave durante su descenso y las comparará con datos previos de la superficie lunar.
El objetivo principal de SLIM es el cráter Shioli, de 300 metros de diámetro, donde se cree que hay olivino, un mineral que podría ofrecer pistas sobre la formación de la Luna.
Los científicos planean estudiar la composición de este mineral, utilizando una cámara multibanda para analizar los espectros de luz reflejados en las rocas, y compararlos con los de la Tierra para entender mejor el origen lunar. (RI/NI/International Press/)