Japón tuvo un inicio de un año convulso: el terremoto en la península de Noto el 1 de enero y el choque entre dos aviones en el aeropuerto de Haneda al día siguiente.
Los programas de noticias están inundados con ambos acontecimientos, algo que puede ser nocivo para la salud mental del público.
El psicólogo Mafumi Usui advierte sobre la denominada “fatiga por compasión”.
¿En qué consiste?
Es una condición que se origina cuando la mente de la persona se agota por empatizar demasiado con el dolor y el sufrimiento de los demás, explica Mainichi Shimbun.
Cualquiera que consume en exceso noticias sobre desastres puede perder el apetito, dormir mal o no disfrutar de las cosas que normalmente hace.
El psicólogo Usui señaló que la fatiga por compasión es más probable que afecte a las personas de más edad, que tienen más experiencia de vida y son más propensos a la empatía.
¿Qué hacer para evitarlo?
Usui recomienda apagar la televisión.
Hay gente que puede sentirse culpable por hacer esto, como si se desentendieran del sufrimiento ajeno, pero el experto enfatiza que “apagar la televisión no es malo”.
Una persona no debe sentirse culpable de comer comida rica, ver comedias y relajarse.
Todo lo contrario, el efecto puede ser benéfico.
Si la gente se aleja de las noticias negativas y se mantiene sana, “ayudará a mejorar la economía, generará donaciones y, de manera indirecta, apoyará a las zonas afectadas por desastres”, declara el experto a Mainichi.
¿Y qué aconseja a aquellos que pese a todo quieren mantenerse informados?
Seguir las noticias por radio (así evitan las perturbadoras imágenes).
Con respecto a los niños, quienes al ver imágenes de casas derrumbadas pueden pensar que la suya también será destruida o ponerse ansiosos si ven a sus padres sombríos o haciendo alharaca, sugiere que sus progenitores los abracen y les digan: “Todo está bien aquí, ahora está bien”. (International Press)
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