De las 47 prefecturas que componen Japón, 32 (el 68 %) están considerando introducir autobuses autónomos de nivel 4 (vehículos totalmente automatizados bajo ciertas condiciones) en el transporte público, según una encuesta de Kyodo.
Las 15 prefecturas restantes no tienen planes de adoptar el sistema.
Con respecto a aquellas que sí, su alcance será limitado, pues no se implantará en toda la prefectura, sino en ciertas áreas.
La escasez de conductores hace necesario el empleo de la tecnología.
98 de los 127 operadores de autobuses privados encuestados por la firma Teikoku Databank redujeron o eliminaron algunas rutas en 2023 por la dificultad de conseguir choferes.
El problema probablemente se agravará cuando en abril entre en vigor la norma que limita las horas de trabajo de los conductores.
Ahora, si bien el uso de los autobuses autónomos en las vías públicas genera expectativas, hay preocupaciones sobre su seguridad.
En mayo de 2023, un servicio de transporte autónomo de nivel 4 en la prefectura de Fukui se suspendió después de que un autobús chocó con una bicicleta.
Además, el 40 % de las 3.000 personas encuestadas por MM Research Institute mencionó la preocupación por la seguridad como una desventaja de los vehículos sin conductor.
En esa linea, Takashi Hikasa, experto en el tema, sostiene que con los vehículos autónomos “podemos esperar que disminuya el número de accidentes causados por errores humanos. Sin embargo, existe la preocupación de que puedan cometer errores básicos que los humanos no cometerían”.
En abril de 2023, Japón revisó su ley de tránsito para facilitar que los vehículos autónomos de nivel 4 circulen por las vías públicas.
Se espera que estos autobuses transporten personas cuando Osaka sea sede de la Exposición Mundial de 2025. (International Press)