“Pasé dos años de mi vida luchando contra esto”, dijo la exsoldado Rina Gonoi el miércoles, un día después de que un tribunal condenara a los tres hombres que abusaron de ella.
“No fue un desperdicio”, subrayó en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón en Tokio, revela Kyodo.
“Me sentí aliviada cuando se emitió el fallo”, dijo la mujer de 24 años.
La sentencia del Tribunal de Distrito de Fukushima demostró que ella decía la verdad.
En agosto de 2021, durante una fiesta que se realizaba en una instalación militar en la prefectura de Hokkaido, los agresores arrojaron a Gonoi a una cama y presionaron sus cuerpos contra el de ella, mientras otros soldados veían la escena.
Los hombres, condenados a dos años de prisión, pena suspendida durante cuatro, por indecencia sexual, negaron haber tocado a Gonoi de forma indecente o haber tenido la intención de hacerlo.
El tribunal, sin embargo, sostuvo que al margen de sus intenciones sus actos fueron claramente sexuales.
Uno de ellos dijo que movió las caderas mientras estaba sobre la mujer para “hacer reír” a los demás.
Gonoi replicó: “La gente entenderá que incluso si están haciendo algo para hacer reír a los demás, un delito es un delito”.
El caso Gonoi causó un fuerte sismo en las Fuerzas de Autodefensa de Japón.
El Ministerio de Defensa de Japón realizó una investigación especial en todas las unidades de sus fuerzas armadas entre septiembre de 2022 y agosto de este año, que dio como resultado más de 1.300 reportes de abuso de poder.
Tras la publicación de los resultados, el ministerio ha pedido que las Fuerzas de Autodefensa implementen medidas contra el acoso y el abuso.
“No creo que los cambios se produzcan rápidamente. Pero he creído que (las Fuerzas de Autodefensa) pueden cambiar fundamentalmente desde el día en que alcé mi voz por primera vez”, dijo Gonoi.
Su decisión de alzar la voz, en un país donde muchas cosas se callan, la ha convertido en símbolo de la lucha contra el abuso sexual, tanto en Japón como en el resto del mundo. (International Press)
