Yui Yamamoto, una mujer de 33 años, desempleada que vivía en Kuki, Saitama, ha sido condenada a cárcel indefinida por el Tribunal de Distrito de Maebashi, en Gunma.
El caso involucró el asesinato de una mujer de 48 años, residente de Kawasaki, quien fue empujada desde un puente en la ciudad de Nakanojo, Gunma, en agosto de 2020. Además del asesinato, la mujer fue acusada de robar dos tarjetas de cajero automático y la licencia de conducir de la víctima.
Según la fiscalía, Yamamoto, resentida por una relación fallida con un hombre de la prefectura de Ibaraki a quien había conocido a través de una aplicación de citas, planeó el crimen. El plan evolucionó hasta llegar a incendiar la casa del hombre, intentando dejar objetos de la mujer asesinada en el lugar para incriminarlo.
Para llevar a cabo el crimen, la acusada llamó a un hombre de 37 años, que actualmente cumple una sentencia de 27 años de prisión por otros tres delitos. En el proceso del plan, la sentenciada utilizó más de cinco cuentas falsas en redes sociales para manipular a su víctima y a otros involucrados.
Según la fiscalía, en el momento del asesinato, el cómplice golpeó a la víctima en la cabeza con un bate y entre ambos la estrangularon con una cuerda y luego la lanzaron viva desde el puente Shima de unos 32 metros de altura.
La defensa argumentó que Yamamoto solo había reunido a unos voluntarios que consideraban el suicidio y que no tuvo un papel activo en el asesinato, siendo simplemente «arrastrada a la situación». También negó su participación en los mensajes falsos en redes sociales, sugiriendo que su smartphone pudo haber sido hackeado.
Durante el juicio, la acusada mantuvo una expresión inmutable y habló con voz baja pero clara al negar los cargos, pero el tribunal finalmente la encontró culpable y dictó la sentencia de prisión indefinida, una forma de cadena perpetua en Japón que con el tiempo, y de acuerdo a otras circunstancias, podría permitir la libertad del reo. (RI/NI/)