Tras la reapertura de sus fronteras cerradas por la pandemia, en Japón se está registrando un rápido aumento de ciudadanos extranjeros que “desaparecen” en el país tras ingresar como turistas.
Son personas cuyo verdadero fin no es hacer turismo, sino trabajar.
Los turistas que desaparecen se quedan a trabajar de manera ilegal en Japón.
Desde mayo, las autoridades de inmigración de Tokio están arrestando a una media de 80 extranjeros al mes por empleo ilegal, revela el sitio News On Japan, que expone un caso.
Tras recibir un soplo sobre una casa (“un grupo de extranjeros se esconde allí”), inmigración de Tokio realizó una investigación de aproximadamente un mes que culminó con una redada.
Un día, a las 6 de la mañana, unos agentes entraron en la vivienda señalada, donde vivían dos matrimonios tailandeses, los cuatro jóvenes. Fueron pillados antes de que salieran a trabajar.
Los extranjeros habían ingresado como turistas a Japón en enero de este año y llevaban más de 10 meses trabajando ilegalmente.
Una de las mujeres dijo que hacía trabajo agrícola y que llegó a Japón con la ayuda de intermediarios en ambos países.
No estaban bien pagados. Ganaban alrededor de 6.500 yenes (43 dólares) al día, la mitad de lo que se recibiría por el mismo tipo de trabajo en la zona.
Las dos parejas fueron detenidas para ser deportadas a Tailandia.
El dueño de la casa donde vivían ignoraba que sus ocupantes fueran tailandeses y declaró a ANN News que hace tres o cuatro años se la alquiló a un japonés que le había presentado un amigo.
En la zona no llamaban particularmente la atención debido a que hay muchos aprendices extranjeros que realizan trabajos en agricultura. (International Press)
