Kenji Kanda, viceministro de Finanzas, renunció el lunes a raíz de un informe de la revista Shukan Bunshu que reveló que su compañía no había pagado sus impuestos y que por ello sufrió confiscaciones, dijo Kyodo.
Kanda, que es diputado del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), admitió que las autoridades confiscaron terrenos y propiedades pertenecientes a su empresa en cuatro ocasiones entre 2013 y 2022 debido al impago de impuestos sobre activos fijos.
Los partidos de oposición criticaron duramente a Kanda, un contador fiscal de profesión, dado que su puesto en el Ministerio de Finanzas lo puso a cargo de los impuestos.
También admitió que se había saltado las conferencias anuales obligatorias para los contadores fiscales, como se afirma en el artículo del Shukan Bunshun.
Un legislador de la oposición, que calificó a Kanda de «criminal», dijo que su morosidad fiscal había dado la impresión de que la gente no tiene que pagar impuestos. Kanda se disculpó, aunque inicialmente negó que dimitiría como viceministro de Finanzas.
Kenta Izumi, jefe del principal opositor Partido Democrático Constitucional de Japón, había pedido a Kanda que dimitiera lo antes posible, recordando que ocupa un «cargo importante en el Ministerio de Finanzas responsable de pedir a la gente que pague impuestos apropiadamente».
La renuncia de Kanda se produce tras la salida de otros dos miembros del gabinete desde que Kishida renovó su gabinete en septiembre. Taro Yamada renunció como viceministro de Educación parlamentario después de que se reveló que tenía una relación extramatrimonial, mientras que Mito Kakizawa renunció como viceministro de Justicia por una supuesta violación de la ley electoral. (RI/AG/)