Con la presencia de unas 250 personas entre autoridades locales, diputados, empresarios, académicos, así como vecinos japoneses e inmigrantes, se realizó con éxito el primer Encuentro: Perú, país de la gastronomía maravillosa en la ciudad de Kiryu, prefectura de Gunma.
La actividad realizada en el Centro Cultural Bikini Kiryu, estuvo organizada por la Asociación Internacional de Kiryu y Aizawa Corporation con el apoyo del Municipio de Kiryu y la Embajada del Perú.
El encuentro que también fue un homenaje a los 150 años de relaciones diplomáticas Perú-Japón, reveló una visión común entre autoridades, políticos y empresarios japoneses sobre una convivencia multicultural basada en el respeto y comprensión mutua entre residentes de todas las nacionalidades.
«La mejor manera de unirnos es poder representar cada uno su cultura y comprendernos mutuamente, creo que esa es la base de la multiculturalidad», afirmó Keiji Araki, alcalde de Kiryu mostrando orgulloso su corbata roja, uno de los colores de la bandera peruana, que los invitados japoneses acordaron llevar.
EL MENSAJE DE LA CORBATA ROJA
El alcalde Araki contó a International Press que la iniciativa de la corbata nació en la Asociación de Intercambio Internacional de Kiryu como símbolo de bienvenida y empatía con el país y los peruanos. A todos les agradó la idea.
«Nunca me he puesto una corbata roja en mi vida, pero tenía una guardada en mi casa desde hace cinco años para alguna ocasión… es muy cara (risas). Ha llegado ese día», declaró Yunichi Yamazaki, presidente de la Universidad de Kiryu.
Sobre el encuentro, Yamazaki celebró la estrecha relación que la ciudad de Kiryu empieza a construir con Perú y dijo que ha sido este evento el que lo llevó a interesarse más por ese país.
La Universidad de Kiryu es conocida en la región por su Facultad de Ciencias de la Salud, con departamentos muy desarrollados en nutrición, enfermería y obstetricia, además de otros estudios como arte y diseño.
Desde esa perspectiva, Yamazaki consideró que la universidad cumple un papel determinante en el futuro de la convivencia multicultural. «Nos gustaría invitar a jóvenes estudiantes e interesados para que conozcan la cultura japonesa y absorban más conocimientos. Si hay oportunidad, queremos darles una cálida bienvenida en nuestra universidad», sostuvo.
«Las reuniones de intercambio son los primeros pasos de importancia para conocernos y difundir las diferentes culturas. Insto a que se realicen más de estas actividades, aunque sea pequeñas.
MÁS EVENTOS COMO ÉSTE
Tres diputados nacionales del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) estuvieron presentes el viernes, uno de ello fue Toshiro Ino (43), ex viceministro de Defensa, promotor de la multiculturalidad y cuatro veces reelegido como parlamentario por Gunma.
«Los intercambios realizados por ambos países, como el buque de la marina que vino a Japón y el que enviamos antes a Perú, han sido muy importantes para apoyarnos mutuamente, pero este tipo de actividades también son importantes y es necesario que se realicen frecuentemente para poder entendernos mutuamente», dijo Ino sobre el encuentro en Kiryu.
Nobutaka Takahashi, regidor del municipio de Isesaki, coincidió con el diputado Ino en la necesidad de realizar más eventos de intercambio, más aún en ciudades como la suya donde 15.000 de los 210.000 habitantes son extranjeros que hablan 61 idiomas distintos. Los peruanos son 2.400 afirmó.
«Las reuniones de intercambio son los primeros pasos de importancia para conocernos y difundir las diferentes culturas. Insto a que se realicen más de estas actividades, aunque sea pequeñas. En Gunma, por ejemplo, no se realizan este tipo de reuniones, por lo que tengo la esperanza de que buenas cosas están por venir», afirmó Takahashi.
«A la comunidad peruana le digo que no importa si estamos aquí en Japón o en Perú. Ahora, en un mundo globalizado creo que podemos hacer más cosas si las hacemos juntos.
«….HAGÁMOSLO TODOS JUNTOS»
El presidente del Banco Shinkin Kiryu, Masumi Tsukui, llegó atraído por la «fama mundial» de la comida peruana, que por primera vez probó en el encuentro, y con un mensaje de unión para llevar adelante el colosal anhelo de la multiculturalidad en Japón y los grandes proyectos de vida.
«A la comunidad peruana le digo que no importa si estamos aquí en Japón o en Perú. Ahora, en un mundo globalizado creo que podemos hacer más cosas si las hacemos juntos. Por eso el lema de nuestra compañía es Dekinai koto wa minna de yarou (Lo que no se puede hacer (solo), hagámoslo todos juntos)».
LA REFLEXIÓN DE AIZAWA
Masao Aizawa, presidente de Aizawa Corporation, resaltó los 150 años de relación diplomática entre Japón y Perú y abogó por el entendimiento mutuo entre japoneses y la comunidad extranjera radicada en el archipiélago.
«Quiero agradecer a nuestros antepasados y así como se conmemora la llegada de los primeros japoneses al Perú, espero que dentro de 50 años nuestra generación celebre nuestra llegada al País del Sol Naciente, desde el Perú a nuestro querido Japón», afirmó emocionado.
«Se estima que en el futuro la barrera del idioma agrave la escasez de instituciones en donde los ciudadanos extranjeros (de edad) puedan recibir los cuidados necesarios, incluyendo la asistencia de enfermería».
Aizawa, también abordó ante las autoridades y políticos presentes el tema del envejecimiento de los inmigrantes que llegaron a Japón hace 33 años, cuando se revisó la Ley de Control de Inmigración.
«Las personas que llegaron a Japón (en esa época) ya se encuentran entre sus 60 a 80 años. Se estima que en el futuro la barrera del idioma agrave la escasez de instituciones en donde los ciudadanos extranjeros (de edad) puedan recibir los cuidados necesarios, incluyendo la asistencia de enfermería. Espero que la reunión de hoy sea un paso para que entre todos podamos conversar y buscar soluciones a este problema», dijo Aizawa.
UN BRINDIS ORIGINAL
El brindis del encuentro estuvo a cargo del alcalde de Ozumi, Toshiaki Murayama, quien apareció en el evento con un traje beige que llevaba grabada en la espalda la frase: «Te amo Perú».
En un saludo curioso, Murayama, expresó su cariño por el Perú entre todos los países que quiere y acto seguido bromeó, como suele hacerlo, con su interminable búsqueda de «una esposa peruana» luego de dos divorcios con pareja japonesa.
Pero tras el excéntrico político, está el alcalde tres veces reelecto en el cargo y promotor de la histórica ordenanza que prohíbe todo tipo de discriminación en su jurisdicción, una norma de 2020 que convirtió a Oizumi en la primera ciudad de Japón en aprobar una ley de su tipo.
GRATITUD ESPECIAL
El embajador peruano, Roberto Seminario, envió un breve mensaje de saludo y felicitación a los organizadores del evento. Una reunión con la Casa Imperial que coordina el viaje de la Princesa Kako a Perú frustró su participación.
A falta de la autoridad peruana en el encuentro, el embajador de Costa Rica, Alexander Salas, un conocido admirador de la cocina peruana, se convirtió en el impensado personaje a quien todos llenaron de atenciones y gratitud por su presencia.
Salas fue recibido con un coche que llevaba la bandera costarricense, mientras que el presidente de la Universidad de Kiryu organizó, ese mismo viernes, una visita del embajador al campus universitario para el día siguiente, una cita a la que se sumó el alcalde de la ciudad.
RECONOCIMIENTO MERECIDO
Al final del evento, la organización entregó un diploma de reconocimiento a su trayectoria cultural, firmado por la Asociación Internacional de Kiryu y Aizawa Corporation, a las escuelas de marinera y danzas peruanas, Sol y Luna, Pasión Perú y Kazoku, además del grupo de música andina «Wiñay» por sus 30 años de actividad artística en Japón.
Otro diploma especial fue entregado al chef Roberto Kaneshima, propietario del restaurante Inka Wasi de Isesaki, por su contribución a la promoción de la cocina peruana en Japón. Kaneshima lideró al equipo que se encargó del menú en el encuentro realizado en Kiryu. (RI/International Press)
El embajador de Costa Rica, Alexander Salas con los alcaldes de Isesaki y Tamamura250 personas estuvieron presentes en el encuentro.