El 28 de agosto a la medianoche, una sexagenaria entró a una tienda de Lawson en la ciudad de Ayabe, prefectura de Kioto.
La clienta quería comprar 30.000 yenes (200 dólares) en dinero electrónico, revela Mainichi Shimbun.
La mujer le explicó a Shunichi Oshiumi, un empleado de la tienda, para qué lo necesitaba.
Había leído que se necesitaba un software de seguridad para un juego de computadora. Para ello, tenía que llamar a un determinado número telefónico.
Llamó y le contestó un hombre que en un japonés entrecortado le dijo que comprara dinero electrónico.
Oshiumi, de 54 años, detectó la estafa, convenció a la mujer de que no realizara la compra y avisó a la policía.
Este mes, la policía le entregó un certificado de agradecimiento por prevenir el fraude.
Es la segunda vez que Oshiumi recibe el reconocimiento de la policía por impedir una estafa y la tercera para la tienda.
“Hay muchas estafas de este tipo, pero todavía hay gente que no las conoce”, advirtió el empleado, quien espera que el público conozca las maniobras que utilizan los delincuentes para engañarlo y sea cuidadoso. (International Press)
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