Los Hanshin Tigers pusieron fin a una larga sequía de 18 años tras conquistar el título de la Liga Central esta semana.
Su triunfo podría ser “un jonrón para la economía nacional y local”, destaca Asahi Shimbun.
Katsuhiro Miyamoto, profesor emérito de economía matemática en la Universidad de Kansai, estima que el campeonato de los Tigers podría generar alrededor de 87.200 millones de yenes (589 millones de dólares) en la región de Kansai.
La cifra supera los 65.400 millones de yenes (442 millones de dólares) que generó el título del Clásico Mundial de Béisbol de Japón en marzo de este año.
En su cálculo, el experto incluye los gastos en transporte, alimentos y bebidas de los hinchas en el estadio, así como el consumo de alcohol en cervecerías y casas, entre otros factores.
Miyamoto atribuye el enorme impacto económico a los largos 18 años que los hinchas tuvieron que esperar para festejar un nuevo título.
Además, el impacto no se limita a Kansai.
Las ventas en la tienda de los Tigers situada cerca del estadio de Yokohama, en la prefectura de Kanagawa (a unos 400 kilómetros de Osaka), se han duplicado con respecto al año pasado y han crecido un 20 y un 30 % en comparación con 2019, antes de la pandemia de COVID-19.
El notable incremento indican que también hay muchos fans de los Tigers en la región de Kanto, señala el dueño del local.
Ahora bien, entrando en el terreno estrictamente deportivo, el triunfo de 4-3 sobre los Yomiuri Giants 4-3 le permitió al entrenador Akinobu Okada decir finalmente la palabra tabú, revela Asahi.
“Permitamos la palabra ‘ya saben qué’ y compartamos el campeonato con todos”, declaró.
La palabra es “yusho” (campeonato), que tanto él como el equipo se habían abstenido de pronunciar para no presionar a los jugadores.
Los hinchas también preferían no mencionarla.
El icónico puente Ebisu, en Osaka, congregó a muchos aficionados para festejar el título. “¡Hemos ganado el campeonato!”, gritaban.
Cuando los Tigers ganaron el torneo en 2003, alrededor de 5.300 eufóricos fans se lanzaron al río Dotonbori y una persona murió.
Para evitar incidentes como el reseñado, la policía movilizó a 1.300 agentes en la zona y advirtió al público que no salte al río.
10 personas lograron sortear las medidas de seguridad y se metieron al río, pero no hubo daños que lamentar.
Mientras tanto, en el estadio un hincha que fue a alentar a los campeones con su hija de seis años expresó cuán importante es el equipo como factor de unión en su familia.
“Incluso cuando peleamos, nos llevamos bien en cuanto hablamos de los Tigers. Es algo que siempre podemos disfrutar juntos”, dijo. (International Press)
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