El Ministerio de Salud de Japón ha publicado esta semana un conjunto de directrices en versión preliminar que autoriza a los hoteles y posadas a rechazar a huéspedes molestos y borrachos.
La versión final será aprobada en diciembre e introducirá una excepción a la ley que prohíbe a los alojamientos rehusarse a aceptar clientes, informa Asahi Shimbun.
De acuerdo con las nuevas pautas, los hoteles podrán rechazar a huéspedes que manifiesten repetidamente comportamientos agresivos.
Por ejemplo, exigir descuentos irrazonables o quejarse por razones absurdas o de manera persistente hasta forzar a los trabajadores del alojamiento a arrodillarse en el suelo y ofrecer disculpas.
Asimismo, podrán negarse a atender a personas muy ebrias.
Sin embargo, para evitar la discriminación el Ministerio de Salud hace explícito que no se puede rechazar a gente por motivos de discapacidad.
Un hotel en Japón puede negarse a aceptar a una persona con una infección grave, como la tuberculosis.
Durante una epidemia, puede pedir a los huéspedes con síntomas que acaten las medidas de control, como reportar su diagnóstico y permanecer en cuarentena en sus habitaciones. (International Press)