El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció el jueves un nuevo paquete de rescate de la industria pesquera, damnificada por el plan de descarga de agua tratada de la central nuclear de Fukushima en el mar.
Entre las medidas gubernamentales figuran expandir el consumo interno de productos marinos, garantizar su producción sostenible y encontrar nuevos mercados en el extranjero, entre otras, informa Kyodo.
Kishida se comprometió a desplegar esfuerzos para diversificar los destinos de los productos marinos de Japón y no depender tanto de China, que ha prohibido la importación de todos los pescados y mariscos japoneses.
Hong Kong, por su parte, ha vetado los productos de mar de diez prefecturas, entre ellas Tokio y Fukushima.
Durante una visita al mercado pesquero de Toyosu en Tokio, un mayorista le dijo a Kishida que las ventas a Hong Kong se han desplomado alrededor del 90 % tras el inicio del plan de liberación de agua el jueves pasado.
Además de encontrar nuevos mercados, los mayoristas le pidieron al primer ministro que negocie con China una solución al problema.
Kishida exigió a China que anule la prohibición de las importaciones de productos marinos japoneses, una medida que -dijo- no tiene sustento científico.
El gobierno japonés ha creado dos fondos, uno por valor de 30 mil millones de yenes (206 millones de dólares) y el otro de 50 mil millones de yenes (343 millones de dólares), para contrarrestar las informaciones perjudiciales sobre el plan de liberación de agua y apoyar a los pescadores a mantener sus negocios.
Un día antes, Kishida y tres ministros de su gabinete almorzaron platija, pulpo y róbalo, entre otros productos marinos de Fukushima, para disipar los temores sobre su consumo.
Kishida calificó como “deliciosos y seguros” los alimentos de mar de Japón, incluyendo a Fukushima, y pidió apoyo para ellos. (International Press)