A mediados del siglo pasado, el gobierno de Japón promovió la migración de sus ciudadanos a República Dominicana preocupado por el rápido crecimiento de la población tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial.
249 familias, compuestas por 1.319 personas en total, migraron al país latinoamericano entre 1956 y 1959.
Lo hicieron con el compromiso, realizado por el gobierno dominicano, de que cada familia recibiría de 6 a 18 hectáreas de tierras cultivables.
Sin embargo, no recibieron nada y los inmigrantes japoneses sufrieron mucho.
El gobierno dominicano ha aceptado su responsabilidad y está compensando a las familias afectadas, resalta Yomiuri Shimbun.
Hasta la fecha, 45 familias han recibido una reparación equivalente a aproximadamente 21 millones de yenes (143.000 dólares) cada una.
Los pagos comenzaron en febrero de 2022.
República Dominicana está evaluando a otras 42 familias que no fueron incluidas en el programa de compensación para ver si califican (por ejemplo, que no hayan recibido antes alguna reparación).
Es la primera vez que un país latinoamericano acepta pagar indemnizaciones por inmigrantes japoneses, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.
El problema también salpica al gobierno de Japón, que fue demandado por algunos inmigrantes.
En 2006, el Tribunal de Distrito de Tokio rechazó la demanda debido a que el plazo de prescripción había expirado.
Sin embargo, concluyó que el gobierno japonés era responsable por conducta ilícita.
Tras el fallo, el entonces primer ministro Junichiro Koizumi ofreció disculpas y una reparación de hasta 2 millones de yenes (13.600 dólares) por persona. (International Press)