La economía japonesa creció un 6% anualizado en el período abril-junio con respecto al trimestre anterior, marcando el tercer trimestre consecutivo de expansión, según cifras preliminares publicadas hoy por la Oficina del Gabinete.
El crecimiento del producto interno bruto del segundo trimestre se aceleró frente a una expansión prevista en 3,7% y estuvo muy por encima de las proyecciones.
Los envíos de automóviles crecieron a medida que mejoró la cadena de suministro, con una reducción de la escasez de semiconductores. La recuperación del turismo receptor tras la pandemia contribuyó fuertemente al crecimiento.
Pero las últimas cifras mostraron que el aumento en las cifras principales se debió sobre todo a la demanda externa frente una disminución de las importaciones y una caída de la demanda interna.
Según datos oficiales, las exportaciones aumentaron 3,2% respecto al trimestre anterior, revirtiendo una contracción de 3,8%.
Las importaciones disminuyeron 4,3%, extendiendo la contracción del 2,3% del trimestre anterior. La disminución de las importaciones ayudó a aumentar las exportaciones netas, lo que resultó en un mayor PIB.
«La disminución de las importaciones puede interpretarse como un reflejo de la débil demanda interna», señaló al Nikkei, Yoshiki Shinke, economista ejecutivo sénior del Dai-ichi Life Research Institute, y dijo que no se podía hacer una evaluación positiva. También señaló que las exportaciones de bienes no automotrices se mantuvieron bajas.
El consumo privado, el factor más importante en el PIB general, disminuyó un 0,5% respecto al trimestre anterior, marcando la primera contracción en tres trimestres, mientras que el consumo de los hogares también disminuyó un 0,5%. (RI/NI/)
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