“¿Qué pasará con nuestros hijos y nietos? Estoy tan frustrado que podría llorar si el océano es contaminado”.
Con estas palabras, Haruo Ono, un pescador de 71 años, se expresó en contra del plan del gobierno de Japón para descargar en el mar agua tratada de la central nuclear de Fukushima.
Ono tomó la palabra durante la Conferencia Mundial contra las Bombas A y H que se realizó en Fukushima el pasado fin de semana, informa Mainichi Shimbun.
“Nadie tiene derecho a contaminar nuestros lugares de trabajo. El océano no es un basurero”, dijo el pescador ante la aprobación de las aproximadamente 550 personas que participaron en el evento.
La conferencia fue organizada por el grupo pacifista Congreso Japonés contra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno.
Los asistentes publicaron un comunicado en el cual manifestaron su preocupación por el impacto ecológico a largo plazo de las descargas de agua en el océano.
Asimismo, se refirieron al plan como “el desmantelamiento de los reactores a expensas de las víctimas del accidente, y no lo vamos a permitir”.
La protesta escrita fue remitida a TEPCO, la compañía eléctrica que opera la averiada planta nuclear.
Las prefecturas de Hiroshima y Nagasaki serán sedes de la conferencia del 4 al 6 de agosto y entre el 7 y el 9 del mismo mes, respectivamente. (International Press)
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