En febrero de este año, una enfermera de un hospital en Osaka escuchó a través de una llamada con altavoz que una mujer le decía a su hija, que estaba internada, que no comiera nada.
La enfermera avisó al hospital, que a su vez se contactó con un centro de consulta infantil.
La policía entró a tallar y descubrió que la mujer que le ordenó a su hija enferma que no comiera se llama Kasumi Nawata.
La mujer, de 34 años, no le dio de comer a su hija entre el 20 y el 22 de enero para que se enfermara y fuera hospitalizada, y así cobrar 60.000 yenes (429 dólares) de una asociación de ayuda mutua, informa Asahi Shimbun.
La policía arrestó a Nawata.
Entre el 20 y el 22 de enero la niña solo comió dos galletas de arroz. Estuvo seis días hospitalizada por hipoglucemia.
Era una práctica regular.
La niña de 9 años fue hospitalizada 43 veces entre 2018 y 2023 por hipoglucemia y otros problemas de salud.
Nawata recibió alrededor de 5,69 millones de yenes (40.720 dólares) de tres organizaciones, entre ellas una compañía de seguros y la asociación de ayuda mutua mencionada.
La mujer privaba de alimentos a su hija o lo hacía ingerir laxantes.
La niña declaró a la policía que su mamá le decía que no comiera. También dijo: “Mi mamá me hizo tomar un extraño medicamento rosado”.
Nawata, una mujer que trabaja a tiempo parcial, negó que hubiera causado intencionalmente que su hija tuviera un nivel bajo de azúcar en la sangre.
“No estaba tratando de engañar a nadie”, aseguró.
La policía encontró en el teléfono mensajes de la mujer en los cuales planeaba una salida al spa y un viaje con un allegado y una pareja tras la hospitalización de su hija.
Por ello, cree que Nawata usaba el dinero que recibía con fines recreativos. (International Press)