Un número importante de escuelas en todo Japón han sido cerradas debido a brotes masivos de influenza estacional. El alto número de casos puede ser a causa de la reclasificación del COVID-19 como una enfermedad de «nivel 5» que ha relajado todas las medidas de control sanitario.
Algunos expertos han advertido que el número de vacunaciones contra la influenza disminuyeron tanto desde el inicio de la pandemia de coronavirus que la inmunidad general se ha debilitado.
Según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, el número de pacientes reportados en aproximadamente 5.000 hospitales y clínicas designadas en todo el país del 22 al 28 de mayo fue de 1,62 por institución médica, algo que está por encima del promedio de casos.
Durante la pandemia de COVID-19, no se registraron casos de influenza en 2020 ni en 2022. En la última década, solo en 2013 el número promedio superó uno (1,21).
El número de infectados aumentó con respecto a la semana anterior en 14 prefecturas, con cifras altas en Miyazaki (7,07), Nagasaki (4,14) y Ehime (3,67).
LOS FESTIVALES DEPORTIVOS, PUNTO DE CONTAGIO
En todo el país, 325 escuelas decidieron cerrar o mantener a algunos estudiantes en casa, 4,5 veces más que hace dos semanas. Esta fue la segunda semana consecutiva en la que el número superó los 300, y la cifra más alta desde la semana del 20 al 26 de marzo.
A mediados de mayo, se produjo un brote masivo de influenza después de un festival deportivo en una escuela secundaria en la ciudad de Miyazaki. Durante el festival, los alumnos compitieron estrechamente entre sí en juegos como «15 personas, 16 piernas», y animaron a sus compañeros en voz alta.
Se confirmó que alrededor de 490 personas, incluidos 15 miembros del profesorado, estaban infectados. Los funcionarios escolares decidieron cerrar la escuela durante aproximadamente una semana.
También se produjo un contagio masivo de influenza en una escuela secundaria en la ciudad de Oita después de un festival deportivo a principios de mayo. De los aproximadamente 2.000 estudiantes de la escuela, alrededor de 500, es decir, uno de cada cuatro, resultaron afectados, lo que llevó al cierre del colegio.
Se ha instando a los escolares a tomar medidas básicas de control de infecciones como usar mascarillas y lavarse las manos a fondo.
Entre tanto, un total de 30 instalaciones educativas en Tokio también cerraron clases del 22 al 28 de mayo. «El número de casos de infección no está disminuyendo», advirtió un funcionario del Centro de Información de Enfermedades Infecciosas del Gobierno Metropolitano de Tokio. «Esta es una ola de infecciones sin precedentes». (RI/AG/International Press)