El Parlamento de Japón aprobó el viernes un controvertido proyecto de ley que facilita las deportaciones de extranjeros.
La iniciativa fue impulsada por el gobernante Partido Liberal Demócrata y su socio Komeito.
La oposición, encabezada por el Partido Democrático Constitucional, expresó su rechazo al proyecto, revela Kyodo.
En la calle, frente a la sede del Parlamento en Tokio, un grupo de personas se manifestó contra el proyecto.
Con la ley en vigor, se podría deportar a extranjeros que en sus países de origen corren el riesgo de ser perseguidos o morir.
“Esta es una cuestión de vida o muerte para muchas personas”, advirtió Taiga Ishikawa, del Partido Democrático Constitucional.
Además, podría llevar a la expulsión de niños que han nacido y se han criado en Japón.
La ley actual no fija límites al número de veces que un extranjero puede solicitar la condición de refugiado. Mientras su solicitud esté pendiente de resolución, no puede ser expulsado de Japón.
El proyecto aprobado el viernes establece un tope de dos. Es decir, la persona que por tercera vez solicite asilo puede ser deportada aunque su proceso aún esté en evaluación.
El gobierno de Japón sostiene que muchos extranjeros abusan del sistema para prolongar su estadía en el país y que con la nueva ley en marcha, al facilitar las deportaciones, se reducirán los excesivos periodos de detención en los centros de inmigración.
Sin embargo, los detractores afirman que algunos extranjeros han conseguido que su solicitud sea aprobada al tercer intento o después.
El Partido Democrático Constitucional de Japón pidió que un organismo externo lleve a cabo la evaluación de las solicitudes de asilo (tarea que hoy hacen funcionarios de inmigración) para garantizar la imparcialidad del proceso.
La coalición gobernante se opuso al pedido, que quedó fuera del proyecto aprobado. Al final, solo accedió a que se capacite a los funcionarios de inmigración para que realicen mejor su labor.
El año pasado, Japón solo otorgó asilo a 202 personas (entre ellas, 147 de Afganistán), muy lejos de Estados Unidos y varios países europeos que normalmente aceptan a más de 10.000 solicitantes al año, según Kyodo. (International Press)
