La popular cadena de productos importados Kaldi, lanzó al mercado japonés dos productos que buscan llevar los exóticos sabores del Perú a las mesas japonesas. Se trata de la salsa de ceviche peruano «Ceviche Piricarante» y la pasta de «Ají, Perú fuu Chili Sauce».
Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de Kaldi, estos productos han sido objeto de controversia tras someterlos a una prueba de sabor que ha desvelado sus desviaciones de la auténtica influencia peruana.
El «Cebiche Piricarante», promocionado como una salsa marinada, ha generado decepción en los amantes de la cocina peruana. Durante la prueba de sabor se descubrió que esta salsa presenta niveles inaceptables de ajo, lo cual afecta negativamente el equilibrio de sabores y aromas característicos del cebiche. Además, su penetrante aroma a especias termina por estropear el sabor del pescado, contrariando la esencia fresca y delicada que se espera de este platillo tradicional peruano.
Por otro lado, la «salsa de ají al estilo peruano» ha generado aún más polémica. Esta salsa que se supone debería estar elaborada con los aromáticos ajíes peruanos, en realidad utiliza chile picante conocido como «togarashi», una variedad común muy usada en la cocina japonesa . Este cambio en la elección de ingredientes ha sido recibido con descontento por los conocedores de la auténtica salsa picante peruana. Además, el alto nivel de paprika o pimentón rojo y otros ingredientes no cumplen con los requisitos mínimos para obtener una salsa picante peruana no invasiva y de buen aroma. Esto ha generado dificultades para que la salsa pueda acompañar cualquier comida, tal como se sugiere en la fotografía promocional del producto.
A pesar de las críticas recibidas, es importante destacar que Kaldi es una marca reconocida por su compromiso con la calidad de sus productos. Sin embargo, en esta ocasión a pesar que la presentación de ambas salsas son bastante atractivas los resultados han evidenciado que no se cumplen con las espectativas de la verdadera gastronomía peruana y además, que el sabor en sí, deja mucho que desear.
(International Press)
