Una niña de 7 meses murió el domingo pasado tras perder el conocimiento el 18 de abril en una guardería en la ciudad de Aira, prefectura de Kagoshima.
Una profesora ralló una manzana para alimentar a la bebé. Luego de hacerlo, la dejó acostada boca arriba y se fue a buscar ropa para cambiar a la pequeña.
Cuando regresó al rato, la niña estaba mal. La profesora le dio una palmadita en la espalda, pero no reaccionó, revela Asahi Shimbun.
Cuando fue trasladada a un hospital su corazón ya no latía.
En una guardería en la ciudad de Niihama, prefectura de Ehime, ocurrió algo similar el 16 de mayo.
Un niño de 8 meses perdió el conocimiento después de comer dos trozos de manzana que le había dado una profesora con una cuchara.
Las piezas tenían 7 milímetros de largo, 2 mm de ancho y 3 mm de grosor.
El bebé dejó de respirar y actualmente está hospitalizado.
El gobierno de Japón ha advertido a las guarderías de que las manzanas están entre los alimentos que representan un alto riesgo de asfixia para los bebés. (International Press)
