El primer ministro japonés, Fumio Kishida, llegó a Kiev y como primer acto visitó la ciudad cercana de Bucha, que estuvo ocupada por el ejército ruso durante aproximadamente un mes y donde más de 400 civiles fueron asesinados brutalmente.
Con el rostro más serio que nunca, Kishida fue guiado por el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, hacia la iglesia de Andri Parabozwanni donde se encontraron 73 cuerpos de civiles masacrados por las tropas rusas.
Después de colocar coronas de flores en la fosa común detrás de la iglesia y guardar un silencio de unos 30 segundos, el primer ministro dijo: «El mundo se sorprendió cuando civiles inocentes fueron asesinados en Bucha hace un año. Realmente siento una gran ira por esta atrocidad después de visitar el mismo lugar hoy. A Japón le gustaría brindar el máximo apoyo para restaurar la paz en Ucrania».
Los corresponsales japoneses dijeron que mientras escuchaba la explicación del alcalde, el primer ministro Kishida miró las fotos del sitio en exhibición y frunció el ceño ante la trágica vista.
El mandatario japonés llegó a Kiev en tren desde una ciudad polaca fronteriza a donde arribó en avión procedente de la India.
EL VIAJE DESDE LA INDIA
Según fuentes que acompañan al Primer Ministro citadas por Yomiuri, la noche del 20 de marzo (madrugada del 21 en Japón), el Primer Ministro salió secretamente de la India en un avión fletado y entró en Rzeszów, en la parte sureste de Polonia. La comitiva manejó hasta Przemisl, cerca de la frontera con Ucrania, y tomaron un tren especial hacia Kiev.
Al menos de 10 personas de la India acompañaron al primer ministro, incluido el subsecretario en jefe del gabinete, Seiji Kihara, el director general de la Agencia de Seguridad Nacional, Takeo Akiba, el viceministro de Relaciones Exteriores Shigeo Yamada, un intérprete y un guardia de seguridad.
SEGURIDAD EXTREMA EN KIEV
El tren azul de cinco vagones transportando a Kishida llegó al terminal en el centro de Kiev poco después del mediodía de 21 de marzo, 19.00 horas de Japón. En la plataforma fue recibido por funcionarios de la embajada japonesa y por la primera viceministra de Relaciones Exteriores de Ucrania, Emine Japarova, quien lo guió hasta el estacionamiento desde donde partieron a Bucha.
La seguridad se intensificó en la estación de tren y la plataforma Nº14 se cerró al público una hora entes de la llegada de Kishida. Una gran cantidad de soldados y policías ucranianos patrullaban el lugar, además de un contingente que vigilaba los alrededores con binoculares, muy atentos a los francotiradores.
Se espera que Kishida y el presidente Volodimir Zelenski discutan el apoyo de Japón a la reconstrucción de Ucrania.
El primer ministro nipón era el único líder del G7 que aún no había visitado Ucrania desde que Rusia invadió el país en febrero de 2022. (AG/RI/)