El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se comprometió hoy a implementar las medidas para permitir que el 85% de los trabajadores varones que tienen un hijo tomen la licencia de paternidad para el año fiscal 2030 para hacer frente a la caída de la tasa de natalidad.
Kishida dijo esta tarde en una conferencia de prensa que su gobierno también adoptará acciones para aumentar los salarios de los trabajadores jóvenes y aumentar la asistencia económica para crear un entorno propicio para criar a sus hijos sin preocupaciones.
OBJETIVO: CUBRIR 100% DEL SALARIO
El objetivo es que tanto hombres como mujeres, que tomen licencia para cuidar a sus hijos durante cierto tiempo después del parto, tengan ayudas para cubrir el 100% de su salario neto.
Japón quiere que para 2025 el 50% de los hombres tomen licencia para el cuidado de sus hijos recién nacidos, lo que incluye que los beneficios de esta licencia sean aplicables también a jornadas de trabajo más cortas.
Para aumentar el poder económico de la generación más joven, Kishida dijo que también planea revisar la «barrera de 1,06 millones de yenes» y de «1,3 millones de yenes», que impiden que los cónyuges trabajen después de alcanzar ese ingreso anual porque se ven obligados a pagar muchos impuestos.
El año pasado, el número de nacimientos cayó por debajo de los 800.000. El primer ministro sostuvo que «si las cosas continúan como están, nuestra economía y nuestra sociedad se contraerán y será difícil mantener el sistema de seguridad social y las comunidades locales. Es una oportunidad para cambiar las cosas». (RI/NI/)