En Irán, más de 100 personas fueron detenidas en relación al caso de envenenamiento de colegialas que llegó a su peor momento a finales de febrero de este año. Cientos de niñas fueron hospitalizadas debido al envenenamiento por «gases desconocidos».
El primer incidente documentado ocurrió en noviembre, en una escuela de la ciudad de Qom, pero los ataques se han intensificaron con informes de miles de niñas afectadas por envenenamiento en cientos de escuelas en 25 de las 31 provincias del país.
Los ataques con gas venenoso se producen inmediatamente después de un movimiento de protesta que despegó el año pasado en el país bajo el lema “mujer, vida, libertad”.
El Ministerio del Interior iraní dijo que arrestaron a sospechosos en Teherán, en las provincias de Qom, Zanjan, Khuzestan, Hamedan, Fars, Gilan, West Azerbaijan, East Azerbaijan, Kurdistán y Khorasan-Razavi.
¿PORQUÉ SE ESTÁN PRODUCIENDO LOS ATAQUES?
«La investigación inicial muestra que algunas de estas personas por picardía o aventurerismo, para cerrar las clases y bajo la influencia de la atmósfera psicológica creada, tomaron medidas como el uso de sustancias inofensivas y malolientes», informó un funcionario del gobierno iraní.
Entre los detenidos se encuentran presuntamente personas que tenían «motivos hostiles, intentaron sembrar el miedo y el terror entre la gente y los estudiantes, cerrar escuelas y sembrar el pesimismo» sobre el sistema islámico.
Cientos de niñas fueron hospitalizadas quejándose de náuseas, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, taquicardia, entumecimiento y dolor en los brazos o las piernas.
Las autoridades iraníes dijeron que estaban investigando posibles vínculos con «organizaciones terroristas» como Mujahideen-e-Khalq (Mujahidin del Pueblo de Irán).
La investigación por el caso de envenenamiento continuará hasta obtener un resultado final, prometió el Ministerio del Interior y señaló que el número de intoxicaciones había disminuido en los últimos días.
Cientos de niñas fueron hospitalizadas quejándose de náuseas, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, taquicardia, entumecimiento y dolor en los brazos o las piernas.
Los padres de familia sacaron a sus hijos de las escuelas y emprendieron acciones de protesta.
Los políticos iraníes atribuyen los envenenamientos a grupos religiosos que se oponen a la educación de las niñas. Sin embargo, algunos activistas sospechan que las propias autoridades iraníes organizan estos ataques para vengarse por las manifestaciones del año pasado.
Las alumnas fueron una de las fuerzas impulsoras de las protestas que sacudió Irán tras el asesinato de la adolescente Mahsa Amini a manos de las fuerzas de seguridad. Miles de jóvenes participaron en mítines, se quitaron el hiyab y derribaron retratos del dictador en las aulas.
El 6 de marzo, el líder iraní, el ayatolá Ali Khamenei, pidió «abordar seriamente» el problema del envenenamiento de los estudiantes afirmando que era un «crimen imperdonable» que debería ser punible con la muerte si se prueba. (AG/RI/)