En 2019, el expresidente de Nissan, Carlos Ghosn, en libertad bajo fianza en Tokio, huyó a Líbano y desde entonces ha logrado evadir a la justicia japonesa, que busca procesarlo por irregularidades que habría cometido al mando del gigante del motor.
Para que incidentes como el mencionado no se repitan, el gobierno de Japón ha aprobado un plan que permite a los tribunales ordenar el uso de rastreadores GPS para que personas en libertad bajo fianza no escapen del país.
El ministro de Justicia de Japón, Ken Saito, enfatizó que es “extremadamente difícil” hacer que una persona que ha huido al extranjero comparezca ante un tribunal.
Quienes se quiten los dispositivos sin permiso o ingresen a un área prohibida (como aeropuertos o puertos) serán detenidos y condenados a penas de prisión de hasta un año.
Aquellos que no se presenten cuando tengan que comparecer ante un tribunal o abandonen sus lugares de residencia sin permiso durante un largo periodo serán condenados a dos años de prisión como máximo.
Con el nuevo sistema, aumentaría el número de personas que reciben libertad bajo fianza y se reducirían los largos periodos de detención.
El gobierno japonés espera que el proyecto sea aprobado en el Parlamento durante el actual periodo de sesiones y que el uso de los dispositivos GPS comience cinco años después de la promulgación de la ley. (International Press)
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