Las familias de los japoneses secuestrados por Corea del Norte en las décadas de 1970 y 1980 no se oponen a que el gobierno de Japón brinde ayuda humanitaria a ese país si eso conduce al regreso de las víctimas.
Quien expresó el sentir de los parientes fue Takuya Yokota, líder del grupo. Su hermana Megumi fue secuestrada a los 13 años en 1977.
Yokota dijo que el gobierno de Japón “debería poder dar asistencia humanitaria a Corea del Norte sin desviarse del marco de sanciones internacionales impuestas a Corea del Norte”, según Kyodo.
El hombre expresó su esperanza de que el gobierno de Japón busque negociaciones con su par norcoreano y trabaje para construir la paz entre los dos países.
En esa línea, Sakie Yokota, la madre de Megumi, dijo que anhela que el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se reúna pronto con el líder de Corea del Norte.
La mujer de 87 años espera que Kishida envíe un mensaje de paz a Corea del Norte.
Familiares y representantes de una asociación que persigue la liberación de los secuestrados visitarían Estados Unidos en mayo para pedirle al gobierno de ese país que apoye la realización de una cumbre entre los gobernantes de Japón y Corea del Norte.
De los 17 japoneses que -como mínimo- secuestró Corea del Norte, cinco fueron liberados y pudieron retornar a Japón en 2002. De los 12 restantes, el gobierno norcoreano dice que han muerto o niega su secuestro. (International Press)
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