El parque Aokijima fue construido en 2004 en la ciudad de Nagano, en una zona residencial donde funcionan una escuela primaria, una guardería y un centro infantil.
Como es previsible, muchos niños juegan allí. Ya no lo harán debido a que el municipio de Nagano ha decidido cerrarlo.
¿La razón? Las continuas quejas de una familia del vecindario por el fuerte ruido que hacen los niños mientras juegan.
La familia es la única de todo el barrio que se ha quejado de los niños, revela la NHK.
El hogar en cuestión alega que además del ruido que generan los menores, dañan los arbustos del jardín de su casa cuando entran para recoger las pelotas con las que juegan.
Las protestas de la familia no son recientes, comenzaron desde la apertura del parque.
El municipio tomó medidas para mitigar las molestias, como apagar las luces del parque más temprano y cambiar de ubicación la entrada a él, pero las quejas continuaron.
Las autoridades municipales intentaron llegar a un acuerdo con la familia, pero esta se rehusó.
Ante la imposibilidad de llegar a buen puerto, el municipio decidió clausurar el parque con el consentimiento de los vecinos de la zona.
La emisora pública japonesa buscó la versión de la familia, que solicitó comprensión con respecto a su situación.
El ruido es insoportable, aseguran, con 50 o 60 niños jugando a la vez en el parque, dijeron.
Dejar que los niños jueguen libremente es diferente a dejarlos hacer lo que quieran, añadieron. (International Press)
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