El pasado verano, una residente en la prefectura de Oita con fiebre llamó a una ambulancia.
El vehículo llegó a su domicilio para transportarla a un hospital, pero fue rechazada por 11 instituciones médicas con las que el personal de la ambulancia se comunicó.
La mujer, una persona en la cincuentena, fue finalmente aceptada en el hospital número 12, una hora y 40 minutos después de que solicitó la ambulancia.
Al día siguiente murió por un golpe de calor, informó Mainichi Shimbun.
La mujer fue rechazada porque los hospitales creían que estaba infectada con coronavirus. Muchos dijeron que no tenían camas disponibles para pacientes con COVID-19.
La fallecida no estaba infectada con coronavirus. (International Press)
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