Xi Jinping inauguró el domingo el 20º Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, que se celebra dos veces por década, prometiendo no renunciar nunca al uso de la fuerza para «reunificar» a Taiwán dirigiendo esta advertencia «a las fuerzas externas» y «a la minoría secesionista».
El Congreso Nacional es el órgano supremo de toma de decisiones que determina el liderazgo y las políticas básicas del Partido Comunista de China. Se lleva a cabo cada cinco años en Pekín donde se elije a los 200 principales miembros del comité central del partido y se analiza las revisiones de la Constitución del partido.
El cónclave también elije al líder supremo del partido y todas las voces apuntan a que Xi extenderá su mandato por tercer período consecutivo, hecho que le otorga el poder más amplio desde Mao Tse Tung, el fundador y guía histórico del Partido Comunista CHino.
En un amplio discurso de una hora y 45 minutos ante casi 2.300 dirigentes del partido en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, Xi hizo muchas referencias al fortalecimiento de la «democracia socialista», la modernización de la segunda economía del mundo y la construcción de un ejército de primera clase.
«Esto no va dirigido de ninguna manera contra los compatriotas taiwaneses, sino contra de la intromisión de fuerzas externas, así como contra una ínfima minoría de secesionistas…»
«NO RENUNCIAREMOS A LA FUERZA…»
Pero el líder de 69 años comenzó su presentación centrándose en la oposición de Pekín a la independencia de Taiwán prometiendo que nunca renunciará al uso de la fuerza para «reunificarse» con Taiwán.
«Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto de los chinos, un asunto que debe ser resuelto por los chinos», dijo Xi entre aplausos. “Seguiremos luchando por la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y el máximo esfuerzo, pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias», expresó.
«Esto no va dirigido de ninguna manera contra los compatriotas taiwaneses, sino contra de la intromisión de fuerzas externas, así como contra una ínfima minoría de secesionistas que buscan la independencia de Taiwán», aseveró Xi.
«Hagamos realidad la reunificación completa de la patria de todas maneras, con certeza podemos cumplirla», agregó.
El presidente chino también elogió las medidas para acabar con el movimiento prodemocracia de Hong Kong después de que las protestas callejeras de 2019 paralizaran el centro financiero. A mediados de 2020, Pekín impuso una ley de seguridad nacional en la ciudad que criminalizó efectivamente la disidencia y aplastó las libertades civiles.
COVID CERO CONTINÚA
Xi también arrojó agua fría sobre la esperanza de que China pronto elimine algunas de las restricciones de virus más estrictas del mundo a pesar de que tiene una de las menores tasas de muertes.
«Nos hemos adherido al principio de ‘las personas primero, la vida primero'», dijo Xi. «La política ha protegido la vida y la salud de las personas en la mayor medida, y ha logrado grandes resultados en la coordinación de la prevención y el control de la epidemia y el desarrollo económico y social».
Luego se refirió a la construcción de un ejército de clase mundial que considera clave para reforzar las capacidades estratégicas de disuasión de China.
«Necesitamos fortalecer integralmente el entrenamiento militar y la preparación para la guerra, mejorar la capacidad del Ejército Popular de Liberación para ganar… mejorando la tecnología de defensa», añadió. (AG/RI/)
