Tragedia en el fútbol. Unas 129 personas, incluidos dos policías, murieron ayer 1 de octubre en una estampida al final de un partido de la Liga 1 de Fútbol de Indonesia jugado en el estadio Kanjuruham de Malang, en Java Este. Unas 180 personas resultaron heridas, informó la prensa local.
El enfrentamiento comenzó cuando unos 3.000 de fanáticos, en su mayoría del Arema FC invadieron el campo enfurecidos por la derrota del equipo por 3 a 2 ante el Persebaya Surabaya, su clásico rival. Los jugadores de Persebaya abandonaron inmediatamente la cancha y se alejaron del estadio utilizando carros de la policía.
La batalla se hizo más grande con los hinchas lanzando bengalas y otros objetos contra los agentes de seguridad conjuntos, entre la policía y los antimotines.
El número de agentes fue insuficiente para controlar a los enardecidos hinchas y procedieron a lanzar gases lacrimógenos dentro del campo y hacia las graderías. Se cree que muchos murieron asfixiados o aplastados. El vandalismo se extendió a las afueras del estadio donde varios coches de la policía fueron incendiados.
El Ministerio de Juventud y Deportes, dijo hoy a la prensa que «investigaría toda la situación de las personas involucradas y la actuación de la policía». (AG/)
