En febrero de 2020, Yukito Ishida, un niño de un año y dos meses, murió después de que los alimentos que le dieron en una guardería en Osaka se le atascaron en la garganta.
A más de dos años de su muerte, la policía trasladó a la fiscalía documentos sobre el caso.
La policía responsabiliza al director de la guardería y a una persona que trabajaba en ella de la tragedia, informó la NHK.
Ambos, de acuerdo con la policía, fueron negligentes en el cumplimiento de su deber de garantizar la seguridad del niño mientras lo alimentaban.
La profesora metió a la boca del niño una manzana y una empanadilla después de que el pequeño había escupido restos de la fruta.
La exempleada obligó al niño a comer la manzana pese a que no le gustaba, según la policía.
La mujer metió alimentos en la boca de la víctima a pesar de que esta aún no había terminado de comer lo que le había dado antes.
La profesora dijo que lo hizo porque el niño comía con lentitud y le preocupaba que no acabara su comida dentro del plazo que la guardería asigna a la merienda.
El director también es responsable de la muerte, de acuerdo con la policía, porque no instruyó adecuadamente a su personal para que alimentase de manera segura a los niños a su cargo.
Ambos han admitido su responsabilidad. (International Press)
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