El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se presentó hoy ante la 77 Asamblea General de las Naciones Unidas de jefes de estado y pidió discutir pasos específicos para reformar el Consejo de Seguridad. «Ha llegado el momento de iniciar negociaciones para reformar el Consejo de Seguridad», dijo.
Kishida, advirtió que «la credibilidad de las Naciones Unidas está en juego» tras su fracaso en presentar soluciones a la invasión rusa de Ucrania, un ataque que «pisotea la visión y principios de la Carta de las Naciones Unidas».
Las propuestas de Kishida se centran en tres puntos: fortalecer las funciones de la ONU, incluido el desarme y la no proliferación nuclear; realizar una ONU que promueva el estado de derecho; y alentar los esfuerzos basados en el concepto de seguridad humana.
Japón, Brasil, India y Alemania presentaron en 2005 un proyecto de resolución sobre la reforma del Consejo de Seguridad, pero no obtuvieron mucho apoyo y desde entonces se ha avanzado poco en propuestas concretas. Cualquier cambio a la Carta de la ONU necesita la ratificación de una mayoría de dos tercios de los miembros, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, como EE. UU., Rusia y China.
Japón está decidido a reformar el consejo, así como a «trabajar con seriedad para revitalizar aún más la Asamblea General», afirmó Kishida.
En su propio discurso ante la Asamblea General, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que las divisiones globales estaban «socavando el trabajo del Consejo de Seguridad» y emitió una severa advertencia.
“La Carta de las Naciones Unidas y los ideales que representa están en peligro”, dijo Guterres. «Tenemos el deber de actuar. Y, sin embargo, estamos estancados en una colosal disfunción global. La comunidad internacional no está lista ni dispuesta a enfrentar los grandes y dramáticos desafíos de nuestra época. Estas crisis amenazan el futuro de la humanidad y el destino de nuestro planeta». .»
Kishida criticó a Rusia por bloquear un acuerdo el mes pasado sobre una declaración conjunta para reforzar el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y dijo que le causó «gran consternación, al igual que a la mayoría de los estados miembros».
Japón renovará su «determinación de lograr ‘un mundo sin armas nucleares'», manifestó el primer ministro japonés. «Seguiremos haciendo esfuerzos realistas para lograr este objetivo».
Japón todavía quiere «normalizar su relación» con Corea del Norte de acuerdo con la Declaración bilateral de Pyongyang firmada en 2002, a través de «resolver las cuestiones pendientes de preocupación como los secuestros [de ciudadanos japoneses], las cuestiones nucleares y de misiles, así como la solución del pasado desafortunado». Expresó su voluntad de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un, sin condiciones previas.
Kishida también presentó la lista de amenazas que enfrenta la humanidad.
«Además de las pandemias mundiales, el uso de la fuerza y la coerción contra otros países, la inseguridad alimentaria y energética, la inflación y el cambio climático están todos interconectados y amenazan la seguridad de las personas ahora más que nunca, lo que exacerba aún más la pobreza y las enfermedades», expresó. (AG/)