Intoxicado por el odio hacia las personas de origen coreano, Shogo Arimoto provocó un incendio en una comunidad coreana en la prefectura de Kioto en agosto del año pasado.
El fuego destruyó o dañó parcialmente siete casas vacías. Ninguna persona resultó herida.
El hombre de 23 años fue llevado a juicio y el martes fue condenado a cuatro años de prisión por el Tribunal de Distrito de Kioto.
El ataque “se basó en el prejuicio y el odio” hacia las personas de origen coreano, estableció el tribunal, informó Kyodo.
Fue, como sostuvo la fiscalía, un crimen de odio.
El fuego quemó también alrededor de 40 carteles que debían haber sido exhibidos en el Museo Memorial de la Paz de Utoro. Arimoto admitió que había querido arruinar la muestra.
El museo, que abrió en abril de este año, narra la historia del distrito de Utoro, formado por descendientes de trabajadores coreanos en tiempos de guerra que quedaron varados en Japón después de que se detuvo la construcción de un aeródromo en 1945, con la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
Cientos de miles de personas de origen coreano viven en Japón. Ellos descienden de coreanos que llegaron a Japón antes y durante la guerra. Corea fue colonia japonesa entre 1910 y 1945.
El joven nunca ha tenido contacto directo con personas con raíces coreanas, pero dijo que llegó a odiarlas después de leer noticias sobre las disputas que existen con respecto a la historia compartida entre Japón y Corea. (International Press)
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