Los drones de combate, la investigación sobre armas hipersónicas y la producción en masa de misiles de largo alcance están en la lista de deseos del Ministerio de Defensa de Japón que ayer explicó a los legisladores de la coalición gobernante en su plan de presupuesto récord de unos 40.700 millones para el año fiscal 2023, dijo el Nikkei.
El ministerio tiene como objetivo introducir más naves no tripulados para el combate, en lugar de solo para la vigilancia y recopilación de inteligencia, un reflejo de la guerra en Ucrania donde la enorme superioridad militar del ejército ruso ha sido reducida por la efectividad de los drones.
La propuesta incluye gastos en investigación y desarrollo de armas hipersónicas que pueden viajar a más de cinco veces la velocidad del sonido. Japón ya posee tecnología avanzada en cohetes, pero está rezagada frente a China y Rusia.
El presupuesto también contempla la adquisición de sistemas de defensa para naves interceptoras de misiles equipadas con Aegis.
El ministerio busca mejorar el alcance de los misiles de largo alcance hechos en Japón. Quiere ser capaz de atacar objetivos desde una distancia lo suficientemente lejana como para evadir el fuego defensivo, a más de 1.000 km, además de aprovechar su potencia industrial para fabricar esos misiles en masa.
Estos podrían formar parte de las nuevas «capacidades de contraataque», o de golpear una base enemiga antes de un ataque inminente, que el gobierno japonés ha estado discutiendo en voz baja.
El plan de presupuesto 2023 se ajustará junto con la revisión de documentos clave de la estrategia de seguridad nacional este año y quedará listo, posiblemente en diciembre. (NI/RI/)