“Nunca esperé que los misiles cayeran en aguas cercanas a Japón. Es un inesperado ejercicio a gran escala y es peligroso”.
Con estas palabras, Shigenori Takenishi, representante de la asociación de pescadores de Yonaguni, en la prefectura de Okinawa, expresó su temor por los misiles balísticos que China lanzó esta semana como parte de sus ejercicios militares.
Los misiles cayeron a unos 80 km de la isla de Yonaguni, según el Ministerio de Defensa de Japón. Yonaguni está a alrededor de 110 kilómetros de Taiwán, revela Mainichi Shimbun.
Las maniobras del ejército chino son consideradas como una respuesta de China a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Si bien no hubo informes de daños, Takenishi criticó al gobierno de Japón por no haber informado al público local sobre los ejercicios militares chinos.
El pescador okinawense considera que el gobierno debió haber preparado un sistema de alerta a la gente, especialmente a los habitantes de Yonaguni.
Por su parte, Hirotoshi Ogimi, director en jefe de la asociación de pescadores de Yonaguni, declaró que la zona donde cayeron los proyectiles “es tan cerca de donde pescamos. Los misiles pudieron caer en los barcos o causar daños en la isla”.
Como Takenishi, Ogimi espera una posición más activa del gobierno de Japón, sobre todo ofreciendo información al público.
Mientras tanto, el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, expresó su deseo de que el gobierno de Japón solicite a sus pares de Estados Unidos y China “una diplomacia mesurada” para que los okinawenses no sufran daños. (International Press)